

UNICEF: la pobreza en hogares vulnerables bajó del 48% al 31% en un año; desaceleración inflacionaria y la AUH, claves del avance
Un nuevo informe de UNICEF muestra una mejora significativa en las condiciones de vida de los hogares más vulnerables de Argentina: la proporción de familias cuyos ingresos no alcanzan para los gastos corrientes cayó del 48% al 31% en los últimos doce meses, según la encuesta que releva la situación de niñas, niños y adolescentes.
13/11/2025 REDACCIÓN
Datos clave del informe
Magnitud del cambio: la proporción de hogares vulnerables con ingresos insuficientes pasó del 48% al 31% en un año, un descenso que UNICEF describe como un avance frágil pero relevante.
Acceso a servicios y alimentación: se redujo en ocho puntos el porcentaje de hogares que no pueden acceder al médico o al dentista; la proporción de familias que tuvieron que restringir comidas retrocedió del 52% al 30%.
Pobreza infantil y extrema: aunque la pobreza infantil sigue siendo elevada, los datos oficiales consignan caídas notables respecto a 2024, con una disminución también en la indigencia según los registros del INDEC citados por el organismo internacional.
Qué explica la mejora
UNICEF y especialistas que intervienen en el informe destacan dos factores centrales: la desaceleración de la inflación y la priorización de transferencias sociales, sobre todo la Asignación Universal por Hijo (AUH) y programas alimentarios que reforzaron el ingreso disponible de los hogares más pobres. Según especialistas en inclusión social de UNICEF, ese combo permitió recuperar poder de compra en los segmentos más afectados y alivió gastos asociados a la crianza, como útiles escolares, vestimenta y salud básica.
Impacto social inmediato
Los alivios se observaron en mejoras concretas en el día a día de las familias: mayor capacidad para cubrir gastos corrientes, incremento en la compra de insumos escolares y menor evasión de consultas médicas por falta de recursos. UNICEF subraya que estas mejoras benefician directamente a millones de niñas, niños y adolescentes, aunque la organización advierte que los avances son todavía frágiles y requieren sostenimiento en el tiempo.
Riesgos y desafíos pendientes
Endeudamiento en aumento: mientras la pobreza retrocede, el porcentaje de hogares con deudas creció del 23% al 31%, y al 45% si se incluyen préstamos informales y créditos por billeteras virtuales y aplicaciones, lo que plantea un riesgo de fragilidad financiera futura.
Desigualdades persistentes: las brechas por nivel educativo del jefe de hogar, inserción laboral y residencia en barrios populares se mantienen marcadas, y la mejora general no alcanza de igual manera a todos los territorios y perfiles socioeconómicos.
Sostenibilidad fiscal: UNICEF apunta al desafío de sostener transferencias y políticas compensatorias en un marco de consolidación fiscal, lo que exige combinar apoyo social con medidas que impulsen empleo formal y crecimiento redistributivo.
Representantes de UNICEF y expertos en políticas sociales coinciden en que la reducción observada confirma la efectividad de las transferencias directas y de la contención contra la indigencia, pero insisten en que para consolidar esa tendencia hacen falta: políticas que reduzcan la dependencia del crédito informal, instrumentos de inclusión laboral, programas de salud y educación focalizados, y medidas de educación financiera para hogares con alto endeudamiento. Autoridades públicas consultadas interpretan los datos como un estímulo para mantener y ajustar las políticas sociales que impactaron en el último año.
La caída del 48% al 31% marca un punto de inflexión en la situación de los hogares más vulnerables, pero no cierra la agenda: el desafío ahora es transformar esta mejora en un proceso sostenible que reduzca desigualdades estructurales, frene el crecimiento del endeudamiento familiar y consolide la recuperación del poder adquisitivo en el mediano plazo



